sábado, diciembre 22, 2007

Un, dos, tres y...

En el 2008 voy a dirigir mi primer largometraje. Me gustaría que la experiencia fuera intensa y divertida pero sobre todo soy consciente de una cosa: una película sólo puede salir bien si es un proceso absorbente. Por ello, a partir de ahora sólo toca hablar de PAGAFANTAS.

Diego y yo estamos terminando una nueva versión del guión y en enero empieza el tobogán (txirristra para los paisanos) de la preparación. Ya he empezado a ver muchas pelis, series y demás material para buscar el aspecto de la peli. Lo que más me pone es que no tengo todavía claro cómo debe lucir. Me gusta un poco de aquí, algo de allí... Eso suele ser buena señal. No intentará parecerse a una sola película sino que tendrá un poco de todo.

Puedo deciros que ésta es una de las partes más divertidas del proceso. Desde luego yo ya tengo en la cabeza qué aspecto ha de tener PAGAFANTAS, incluso antes de que se escribiera, pero más me vale encontrar referencias objetivas para que la gente del equipo comprenda el batiburrillo en cuestión.


Porque... ¿alguien me puede decir qué tienen en común estas cuatro imágenes?



miércoles, diciembre 05, 2007

Gracias y lo siento















¿Ha sido este 2007 el año de la nominación al Oscar? ¿El de firmar mi primera película? ¿El del diagnóstico de la gota? ¿O el de rodar un western en Almería? ¿Este año he cogido más constipados que nunca? ¿O me ha mudado de piso? ¿He querido asesinar a los músicos callejeros que hacían sonar sus deprimentes acordeones bajo mi ventana? ¿He hablado en múltiples talleres y mesas redondas por toda la geografía española? ¿He conocido a Steven Spielberg? ¿He visto LOS CRONOCRÍMENES terminada? ¿He sufrido/disfrutado sobresaltos sentimentales? ¿O he sonrojado a mi madre con mis columnas en la prensa escrita?

Sí, ha sido este año. Y como podéis comprobar han ocurrido muchas cosas buenas y también algunas malas. En definitiva, que el 2007 ha sido un año muy intenso.

Si algo sintetiza la sensación de lo sucedido este año es la escritura del guión de mi ópera prima. Escribiéndolo me he devanado los sesos, me he sentido orgulloso, me he sentido un fraude, me he reído, he caído en la más profunda melancolía, me he animado para luego deprimirme y después volver a sacar la cabeza. (y no me ha quitado mi gusto por las enumeraciones... emoticono de guiño).



Supongo que lo que me ha pasado es normal en alguien que afronta el reto de sentarse y pensar: "A ver, llegó la hora de hacer mi primera peli. ¿Qué hago?" Pero tampoco quiero magnificarlo: hay que gente que escribe con una facilidad pasmosa y otros que sufrimos con el primer parto. A partir de ahora no será más fácil, pero sí reaccionaré menos dramáticamente a los reveses típicos de la profesión de guionista. Ya está hecho. Está escrito (reescribiéndose, vale, pero uno se siente más optimista con un tocho de 100 páginas más o menos informes a su vera).

Por eso, este año ha sido sobre todo el año en que escribí mi primer guión. O mejor dicho, el año en que escribí mis dos primeros guiones: tantas idas y venidas, dudas y replanteamientos han hecho que se elaboraran dos guiones de largometraje diferentes. Los dos bastante decentes, por cierto. O mejor dicho, dos guiones bastante decentes escritos por mí y por Diego San José, que ha sido mi compañero de viaje fiel, bondadoso, brillante, paciente y sobre todo descarrachante en estos doce meses de locura.



Mi grupo español favorito, como mis amigos saben, es Señor Chinarro. En sus primeros conciertos (bastante desafortunados en cuestiones técnicas pero trufados de preciosas canciones) Antonio Luque se acercaba al micro tras cantar un tema y decía: "Gracias y lo siento". A la gente que, aparte de Diego, me ha tenido que soportar les digo eso, que gracias y que lo siento.