miércoles, julio 08, 2009

Momentos “Extras” para el estreno de “Pagafantas”

Me lo esperaba, pero quizás no tanto. La semana promocional de “Pagafantas” fue un locurón importante. Hago un breve resumen del intinerario:

Domingo a Bilbao, con pase de prensa y preestreno por la noche. Fiesta post en el Kafe Antzoki, a lo loco.

Martes a Madrid para rueda de prensa y entrevistas a cascoporro con viaje a Barcelona por la tarde para ir a un programa de la tele catalana.

El miércoles en Barcelona, rueda de prensa más entrevistas a granel todo el día hasta el pase con público nocturno seguido de una juerga bastante destructiva por locales chungos barceloneses. Y no hablo de chungos con encanto en plan “piano bar”, “karaoke”, “lupanar”, sino algo mucho más poligonero. Música de “Los Inhumanos” incluida.

El jueves por la mañana vuelta a Madrid para dar entrevistas a mansalva sin descansar para el preestreno en el cine Callao.

Los pases de toda la semana fueron una maravillosos pero como sabéis que tengo una visión que subraya la patético de la vida no puedo evitar mencionar dos momentos de vergüenza ajena acontecidos en la premiere madrileña. Es coherente con la peli sacarlos a colación, así que espero que los implicados disculpen mi indiscreción.

El primer momento “Extras” sucedió en la presentación de la película en el escenario. Uno por uno yo iba presentando a los actores de la peli. Estaba terminando cuando Gorka Otxoa se acercó al micro y un gesto de caballerosidad gritó mi nombre, presentándome. Yo le miré con extrañeza, porque Kiti Manver, la última de la fila, aún estaba faltaba por mencionar. Al darse cuenta, Gorka se puso rojo como un tomate, nerviosísimo. Pero a mí me vino bien, porque dije al público que momentos de metedura de pata como ese es lo que iban a ver a lo largo de la película, así que era coherente ver a Gorka cagándola antes de la proyección porque era justo lo que iban a ver en los siguientes 80 minutos.

Por otra parte doy fe de que Gorka lo pasó fatal y no paró de pedir perdón a Kiti. Eso pasa porque Gorka es más majo que las pesetas.

El otro momento “Extras” aconteció al final de la proyección. En los estrenos con presencia del equipo, lo normal es que cuando empiezan los créditos finales un cañón de luz ilumine al equipo presente para que reciba los aplausos o abucheos del respetable. En el pase del jueves pasado no sucedió eso. El que manejaba el foco no nos encontraba y la luz no se encendió. Ernesto Sevilla subió a avisarle, pero no se enteraba de nada. Desde el patio de butacas nosotros gritábamos “¡Aquí! ¡Aquí!”, pero resulta bastante triste pedir que te iluminen, la verdad. Finalmente, cuando ya la gente se había levantado de la butaca, nos encañonaron. Fue un momento bastante vergonzoso pero también consecuente con la peli, cuya bandera es la perpetua humillación.

El caso es que la semana fue agotadora pero muy divertida a la vez. Mis signos de cansancio se pueden ver en las diferencias existentes entre estos dos videos: uno grabado el martes y el otro el viernes. En uno no paro de mover las manos (¿lo hago tanto? ¿no es un poco extraño?) y en el otro (en el link del EL PAÍS) parezco un director de cine bielorruso presentando una peli sobre el drama de unos niños mineros explotados.






http://www.elpais.com/videos/cultura/Sabes/abrazo/Koala/Cobra/Matrix/Borja/Cobeaga/explica/elpvidcul/20090708elpepucul_2/Ves/


Y eso que el video del bajón fue después de leer las (en su gran mayoría)fabulosas críticas recibidas en la prensa. No paraba de decir que estaba “físicamente derrumbado y anímicamente extasiado”.

Eso sí, el fin de semana, a la espera de datos de taquilla, fue complicadín (por la espera, los nervios en plan espera de parto o notas del cole), pero lo solucioné saliendo de casa y dándolo todo en las pistas de baile.

¿El resultado? Una más que correcta taquilla el primer fin de semana a la espera de que se mantenga en los cines muchas semanas más. Y así, en plan hormiguita, llegar al mayor número posible de espectadores. La mayoría de los que van al cine se tronchan y sé que ha habido sesiones donde ha habido aplausos a mitad de peli y todo. Eso no es normal en una sala comercial y no os imagináis lo contento que me pone. Además es muy bonito saber que además de Diego, los actores y yo hay mucha más gente con fe en la peli: mis productores, la distribuidora, los exhibidores, el departamento de prensa y marketing, todos. Uno ha visto tantas películas buenísimas que no se venden bien y casi nadie ve que cuando a la peli de uno le hacen tanto caso se emociona.

Muchas gracias a todos. Estoy encantado, estoy muy contento. Y eso es lo que importa.