Hacer una cobra


Korba Bokeaga
La primera: “¿Cuándo se estrena PAGAFANTAS?” La respuesta empiezo a decirla antes de la sílaba "tre” de "es-tre-na". “El 3 de julio en los mejores cines”.
La segunda: “¿Estás nervioso?” A eso suelo responde que de momento no, que ya me pondré histérico según se acerque la fecha.
Lo cierto es que queda poquísimo. El 3 de julio me parecía muy lejano cuando vi la primera copia estándar en Technicolor allá por Navidad y determinamos “vale, ya está acabada”. Pero no falta casi nada y las señales externas apuntan con insistencia. Han empezado a emitir promos en Antena 3, el trailer ya se puede ver en cines delante de muchas pelis (tan diversas como “Terminator Salvation” y “Coco Chanel”), los cines ya tienen carteles de PAGAFANTAS en las paredes, salen las primeras críticas de la peli en revistas, los actores y yo damos bastantes entrevistas y en la parte más simbólica-emocional-superficial está esto:
Suponéis bien si pensáis que me hace ilusión ver un cartelón de la peli en la plaza Callao de Madrid. Me hace MUCHA ilusión. Mi amigo y paisano (tan paisano que crecimos en la misma calle de Donosti) Koldo Zuazua lo sabe y por eso me mandó esta foto desde un ángulo tan peculiar.
Por todo eso, he decidido presionar el botón de “estar nervioso” acordándome del botón imaginario de una película que quizás ha sido la mayor influencia en PAGAFANTAS. Se habla mucho de Blake Edwards y de Billy Wilder pero en los 50 y 60 algunas de las mejores comedias que he visto las firmó un tipo llamado Richard Quine. Os pongo la escena del botón:
Pues eso, ya cuando me pregunten si estoy nervioso por el inminente estreno ya podré decir que un poco sí. Tampoco mucho, la verdad. Como se dice en PAGAFANTAS, yo estoy contento y eso es lo que importa.